miércoles, 7 de septiembre de 2011

Encontronamientos: Tráiganme el libro de reclamaciones

Hace bastante tiempo que no publico nada por aquí, casi tanto como tiempo hace desde que envié aquella reclamación a AVSA, la compañía de transportes de Vall d'Uixó.

A principios de este año, la compañía subió el precio de sus servicios. Me molestó bastante, a pesar de no ser una subida especialmente significativa. En el trayecto de Vall d'Uixó a Castellón, el precio del billete estándar aumentó de 2,20€ a 2,30€, y el viaje con la tarjeta monedero de 2,00€ a 2,05€.

¡Pero eso son solamente cinco míseros y cochinos céntimos! ¿A qué viene tanto alboroto por una cifra tan nimia?

Las ágiles mentes de mis más perspicaces lectores estarán pensando esto ahora mismo, y con gusto responderé. Resulta que la tarjeta monedero se recarga mediante dinero en efectivo en múltiplos de 10 euros; es decir, se puede recargar 10€, 20€, 30€, etcétera. Como he dicho, la tarifa con esta tarjeta solía ser de 2 euros por viaje, por lo que cada recarga de 10 euros equivalía a cinco viajes, sin que se desperdiciara un solo céntimo en el proceso.

A raíz de la ya mencionada subida de precio, muchos usuarios se sorprendieron al comprobar que, de repente, no solo podían hacer un viaje menos con una recarga de 10 euros, sino que además se les quedaba la terrible cantidad de 1,80€ entre los pliegues de su fiel bonobús, que de repente se había convertido en una máquina tragaperras portátil. Ese euro con ochenta céntimos, tan valiosos para cualquiera que se haga llamar estudiante, se perdían irremediablemente, a pesar de aquellos que aconsejaban volver a recargar la tarjeta una y otra vez, ya que al final llegaría un momento en que quedase una cifra lo bastante redonda para dejar la tarjeta limpia. Correcto, ese día llegará un día, pero... ¿cuándo? Agarré mi calculadora Casio, ya que no se me da demasiado bien hacer cálculos (habré hecho bachillerato de ciencias, pero en el fondo soy de letras, caray) y descubrí que harían falta más de un centenar de viajes para dejar esa tarjeta más vacía que los bolsillos de su usuario. Y ahí residía el motivo de mi queja.

Bueno, puestos en situación, podemos continuar con el relato. Decidí reclamar a la compañía acerca de esta cuestión, explicando con pelos y señales la situación descrita en el anterior párrafo y proponiendo como solución al dilema permitir la recarga de cantidades inferiores a 10 euros. Todo esto de la manera más educada posible porque, si algo he aprendido de Internet es que exigir cosas sin guardar los modales solamente conduce a llevarse un banhammerazo.

No fueron pocos los que me advirtieron de que la compañía haría oídos sordos a mi petición y que probablemente mi documento se usara para limpiar las posaderas del empresario de turno, y así lo creía yo también. No obstante, quise hacer la reclamación de todos modos; así me sentiría un poco mejor. Esta reclamación la hice en febrero de 2011, y no he vuelto a saber sobre el tema...

¡...hasta hoy!

Por alguna alineacion misteriosa de planetas, hoy el cartero (que en mi pueblo llama una sola vez y luego se larga) ha traído dos únicas cartas, y ambas eran para mí. Una de ellas la esperaba (cosas del banco), pero un sobre certificado con remitente de la Conselleria d'Obres Públiques, Urbanisme i Transports me ha dejado algo descolocado. En su interior, he hallado dos folios, uno sellado por la Conselleria, y el otro por AVSA, en respuesta a aquella olvidada reclamación.

La respuesta decía en valenciano (más bien en vallero) más o menos lo siguiente:

En respuesta a la reclamación efectuada por FRANCISCO JOSÉ TIDO, en la cual nos comenta no estar muy de acuerdo con el sistema del bono portamonedas, debemos manifestar que, utilizando dicho bono, el pasajero se beneficia de un quince por ciento de descuento, que la mencionada tarjeta se puede usar en todos los trayectos realizados y que tiene una duración de cinco años. La Vall d'Uixó, 23 de junio de 2011

Muchísimas gracias, señor Comosellame (la firma me parece un monigote blandiendo un látigo), pero esta información ya la conocía, porque he estado usando esa tarjeta dos años. En cuanto a mi petición o la explicación que di de la situación, no hay una sola palabra en toda la carta que haga referencia a ello.

Conclusión: Sí, se han pasado -como muchos vaticinaron- mi petición por la internalgada, pero al menos han tenido la delicadeza de responderme. Por supuesto, han dicho lo que les ha dado la gana y medio año después, pero han respondido al fin y al cabo. Algo que jamás hubiera esperado de esta gente. Qué majos.

¡Gracias por haber aguantado hasta aquí! Solamente quería compartir con mis queridos lectores (con los tres) esta pequeña anécdota. ¡Hasta otra!

3 comentarios:

  1. Ya puedes estar contento porque te hayan respondido xD xD xD xD

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  2. A mí quejarme a la EMT me sirvió para que me felicitaran las pascuas.

    No la Pascua, sino las pascuas, esa manera tan old school de decir Navidad.

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  3. @Bóinez: Imagino que estarías más feliz que unas... pascuas. (badumtss)

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