sábado, 2 de febrero de 2013

Antiguo Cine España: El Cuerpo

¡Muy buenos días y bienvenidos a la primera entrada de 2013 de Las Chancletas! Con algo de retraso, vale, pero aquí estoy de nuevo.

Hoy vuelvo a hablaros sobre el Antiguo Cine España, ya sabéis, este sitio en el que, a pesar de toda la publicidad que les hago, no quieren hacerme VIP. Y eso que lo tienen a huevo, *cof*.

Durante las fiestas navideñas he ido a ver alguna que otra película más, pero ninguna que mereciera una entrada en el blog. Si acaso, algún comentario ocasional en Twitter (porque, como seguramente ya sabréis, ahora tengo una cuenta) y poco más.

Pero la semana pasada fui a ver El Cuerpo, un estreno de misterio de producción española, con Belén Rueda, Hugo Silva y José Coronado, a quien (yo al menos) siempre recordaré como "el de los yogures estos que tienen tanta fibra".

De la película, como siempre, voy a hablar poco, para no destripárosla. Hugo Silva hace lo que mejor sabe, que es posar y morrearse con la gente. Belén Rueda destaca con su brillante interpretación de un cadáver (lo borda) y Coronado intenta hacer del típico "poli malo cabreado" de las películas americanas, solo que la acción transcurre en Barcelona y queda todo un pelín forzado. Pero bueno, dejémoslo en paz, pobrecillo, que bastante tiene con tener que comer yogures para ir al baño.


Vaya, José Coronado, fíjate en cómo has dejado el WC de tanto comer yogures.

Y eso es todo lo que diré. He metido tres o cuatro tópicos sobre el estreñimiento, así que ya he cumplido. Hablemos ahora del público y de la sala. Bueno, de la sala (ya sabéis, Teatro Carmen Tur, calle Benigafull, quiero pase VIP) lo único que voy a destacar es que ahora la pantalla está aproximadamente un metro más cerca, por lo que se ve LIGERAMENTE mejor. Según he oído, es porque en el escenario del teatro tenían montado no-sé-qué expositor de las Fallas. Pero, ¡eh!, por mí se puede quedar ahí para siempre. La peli se ve un metro mejor para los miopes como yo, y eso se agradece.

A las películas que yo suelo ver no van muchas adolescentes. Si acaso adolescentes varones, omnipresentes en las películas de acción, comedia y muchos otros géneros, o niños pequeños de ambos sexos, que, obviamente, también abundan en los otros géneros que suelo ver. Pero esta vez, como se ve que ya han terminado la saga esta de los vampiritos con purpurina, pues las pobres tienen que entretenerse con algo. Así que tuve que compartir la sala con un tipo de espectador con el que no tengo demasiada experiencia: la Adolescente Fácilmente Impresionabe.

Las Adolescentes Fácilmente Impresionables ("AFI" a partir de ahora) gritan mucho. Pero MUCHO. Van en grupos numerosos y se las puede reconocer antes de que empiece la película porque estarán hablando acaloradamente sobre temas banales a un volumen que la OMS no cataloga como "perjudicial" porque no quiere. Si estuvieran cada una en una punta de la sala, vale, pero no es así. Se ponen en corro en mitad del pasillo, bloqueando eficazmente el paso. Obviamente, al sentarse en sus respectivos asientos (una fila entera o dos) no pueden apiñarse tanto, así que se quedan de pie hasta que las obligan a apartarse. Después siguen hablando y se quejan de lo maleducados que son los espectadores que las han tratado de tan mala manera al decirles que se apartaran.

En segundo lugar, estas... personas seguramente fueron a ver una película como El Cuerpo por una razón. ¿Les gusta disfrutar de una buena película española de misterio y suspense, que desde hace unos años están triunfando en el mundo y son un buen incentivo para la economía? Pues igual alguna sí, oye, pero algo me dice que solamente estaban allí porque salía Hugo Aytíaquébuenoestá Silva. Igual ni siquiera sabían de qué iba la película. Y es que esa forma de gritar no es normal. De verdad, un consejo: si os angustiáis tanto al recibir un susto, o al ver sangre o un tío comiendo papel que ha estado en un inodoro (uy, se me ha escapado un mini-spoiler), no vayáis a ver una película que trata sobre eso. Sustos y sangre, digo. Lo del papel yo tampoco me lo esperaba.

Bueno, es igual. Por suerte para mí, todas estas AFIs de las que hablo se sentaron en el extremo opuesto a donde estaba yo, así que los posibles daños psicológicos que puede ocasionar ver una película con esta gente se minimizaron.

¿La película, decís? Oh, sí, muy buena. Recomiendo que la veáis tranquilamente en vuestras casas, por si las AFIs y también por si os entra el "efecto Coronado" y tenéis que ir corriendo al baño.

Lo siento, no he podido evitarlo.

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